domingo, 6 de julio de 2014

Desvaríos de madrugada.

No quiero quedarme con las ganas de decir o hacer algo, porque al fin y al cabo la impotencia es la peor sensación del mundo. El peor sentimiento, saber que no tienes la capacidad de lograr llegar al final del camino, a la meta. Que no vas a lograr el cambio que tanto ansiabas. Me puede. Y a estas horas, en las noches calurosas, mi mente se colapsa y vuelven las dudas y el dolor de cabeza por no lograr ordenar mis sentimientos. Soy una de esas personas que se atormentan con todo y a la vez viven en las nubes, por lo que tengo claro dos cosas: vivo el presente como si no hubiese futuro y planeo el futuro como... En realidad creo que no hay como, sino una necesidad de clasificar y planear todo insana. Que sepáis que no es nada malo. Son los pequeños defectos que me hacen ser yo (o virtudes, míralo por donde quieras).

2 comentarios:

  1. Lo más maravilloso de que alguien te comente en el blog es, sin ninguna duda, la oportunidad que te brindan para conocer su espacio. Me quedo por aquí, me he sentido muy identificada contigo.
    Un besazo,
    María

    ResponderEliminar
  2. "Son los pequeños defectos que me hacen ser yo (o virtudes, míralo por donde quieras)." Muy grande el final. Encantadísima de haber pasado por aquí , me quedo, sin duda.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar

Tus comentarios, opiniones y el tiempo que me dediques siempre son bien recibidos.