Nos pasamos la vida soñando sobre como será el cielo sin darnos cuenta de que muchas veces lo encontramos en cosas muy simples.
Y en brazos de otras personas.
Porque he estado en el Infierno.
Pero también he estado en el Cielo, y prefiero mil veces la sensación de tu cuerpo pegado al mío en el Infierno, que vivir eternamente pero sin ti en el Cielo.
Es una forma preciosa de contraponer ideas opuestas.
ResponderEliminarLo que parece más horrible se puede convertir en el paraíso si sabes cómo y con quien.
Me encanta, creo que yo siento lo mismo, es que el cielo sin la persona que amas es el infierno.
ResponderEliminarEspero que puedas pasarte por mis blogs y me sigas si te apetece, yo ya te sigo y seguro me veras por aqui en cada nuevo post, besos :)
Que bonito, no dejes de escribir :)
ResponderEliminarPásate por mi blog si te apetece. Estás en mi blogroll de blogs preferidos :P
http://salandermc.blogspot.com.es/
Muchas veces anhelamos un Cielo o tememos a un Infierno que ya tenemos aquí.
ResponderEliminarY por otro lado... yo también me dejaría arrastrar al Infierno con tal de tener(le) siempre junto a mi.
Besos grises desde el Palacio de Plata
Voy a hurgar más por este blog (actualice!)
ResponderEliminarhttp://gimnasioletras.wordpress.com/